Texto publicado por primera vez en Blogger por el autor el 06/01/2016
Un primer post. DÃa 6 de enero. No es casualidad. Durante el dÃa de hoy, cientos de miles de niños se despertaban y, rápidos como un rayo, se levantaban de la cama para buscar esos presentes que SS.MM los Reyes, les han dejado esta madrugada a cambio de unas pocas galletas.
Los pequeños abren los regalos, comienzan a disfrutarlos y por unas horas como mÃnimo, la alegrÃa se dibuja en sus caras, completamente imposibles de borrar.
Desde el otro lado, la sonrisa tanto interna como externa que sienten sus majestades. Porque el esfuerzo tiene recompensa. Porque quizá, por un dÃa, todos los problemas se olvidan. No es fácil olvidar el desempleo. No es fácil olvidar que hace frÃo porque no hay calefacción. No es fácil olvidar que a lo mejor, simplemente, los magos no pudieron pasar por ese frio, pero a la vez cálido hogar. Suponiendo que hubiera un techo.
Es cierto, lo dicho arriba no habla de una familia cualquiera, pero si más habitual de lo deseado. Porque en otros hogares los Reyes no tuvieron problemas, dejaron sus presentes y hoy todos tenÃan lo que deseaban. Eso es simplemente fantástico.
Por eso, como final de este primer post, un pequeño recuerdo para esos niños que ayer por la noche no podÃan dejar galletas y leche a sus magos preferidos porque su nevera, seguramente, se encontraba vacÃa.